Solamente necesitamos una noche,
todavia tengo tus ojos negros clavados en mi
y la imagen de tu piel oscura danzando al son de musicas caribeñas,
Me enseñaste algunos pasos y jamas reconociste lo mal que lo hacia.
Al finalizar cada canción un pequeño abrazo y tus palabras siempre intactas:
" és un placer, bailar contigo. gracias"
No se en que punto el baile dejo de ser senzillamente baile y la quimica se introdujo en cada poro de nuestra piel.
Fuí tu manguito esa noche,
ya me auguraste al entrar que yo seria tu pareja de baile.
El calor no importó, ni siquiera mis torpes ganas de aprender salsa.
Me hiciste pasar las manos por tu pelo demasiado tupido para poder introducir mis dedos entre tus cabellos, un sinfin de caracoles se escondia bajo la oscuridad.
Tu no dejabas de tocar el mio, de acariciarme el rostro.
Como un niño cuando descubre un extraño agradable.
Tu blanca sonrisa se me repite una y otra vez al mismo tiempo que tus dulces palabras
Inevitable borrar millones de pequeños detalles,
tu marca en mi cuello me obliga a pensarte.
Azucarada tortura.
Te hubiera preguntado 230 ideas que recorren mi cabeza pero solo me di cuenta al dia siguiente cuando ya todo se habia esfumado.
Me pregutaste si me volverias a ver, te dije que te quedaras con el recuerdo.
Y el consejo me lo aplico una y otra y infinitas veces porque nunca pense que algo tan fugaz podria ser tan especial.